lunes, 3 de noviembre de 2008

¿Le tienes miedo a la crisis?


Por Byron Monzón
Yo estoy atemorizado. ¿Saben por qué? Escucho muchas cosas horribles como: no sabemos que es lo que va a pasar! Si la economía sigue así, no podremos comer, ni tampoco pagar nuestras cuentas! ¿Habremos hecho bien en comprar nuestra casa? Es probable que nos asalten si seguimos usando el bus! Etc.
La crisis al igual que a ustedes me impacienta, y sinceramente creo que ya no puedo con ella. Valdría la pena seguir conversando solo si la crisis tuviera alguna utilidad, pero ¿en verdad la tiene?. Déjenme contarles que hemos convivido con la crisis todo el tiempo, no es nada nuevo, aunque no siempre en las mismas magnitudes. Si algo ha demostrado la crisis es el poder inmenso que tiene para despertar en el corazón de las personas dos tipos de sentimientos. Los primeros son los sentimientos malos de imposibilidad de cambiar un destino que irremediablemente nos llevará al fracaso. No hay nada tan malo o peor que esto, perder todo tipo de esperanza. Por el otro lado, los sentimientos que nos llevan a entender que en la crisis hay que hacer algo y que motivan o conducen al cambio. Ahora que hemos visto las consecuencias de la crisis en nuestros sentimientos, creo que todos desearíamos que nuestros corazones fueran invadidos por una fuerza sobrenatural que cambie nuestras vidas, nuestras circunstancias y que nos conduzca a salir de la crisis completamente victoriosos.
Que combustible, que energía existe, que nos pueda sacar de cualquier crisis. Veamos lo que Dios nos dice. Si te basas en ti mismo y crees que todo lo puedes cambiar, este combustible, esta energía no es eterna, ni tampoco inquebrantable. Sabes el hombre no es capaz de cambiar su propio destino por si mismo, nunca ha podido solo, de ser así viviríamos en un mundo perfecto . Existe otro tipo de personas que creen que ni siquiera pueden o deben intentarlo, quizá porque su baja autoestima no se los permite. Sin embargo, existe un combustible, una energía que es capaz de impulsar cualquier cosa, de obrar milagros, de cambiar vías y circunstancias. Adivinaste! Esa energía proviene de Dios. Nuestra esperanza, nuestra confianza y nuestra fe se basa en eso, en que somos hijos de Dios y que por el poder de su espíritu y por fe, no existe crisis de la que no podamos salir victoriosos. Oro porque el espíritu de Dios te llene y te de las fuerzas para vivir esa vida plena que el quiere que vivamos todos los que creemos en El.
Duerme hoy tranquilo, disfruta todos los días de tu vida y prepárate para vencer todas las crisis. Dios te ama.

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